sábado, 31 de julio de 2010

No entiendo esta nueva tendencia de construir departamentos en los que la cocina, el comedor, el lavadero y el living comparten el mismo espacio casi sin divisiones entre ellos.

Debe ser estéticamente fantástico sentarse con un amigo en el living para escuchar música o ver un partido mientras se huelen los vahos provenientes de la cocina y el lavadero (ropa de bebé, o de adolescentes recién llegados de la práctica de fútbol, o del abuelo con incontinencias de esfínteres).
También llegan los ruidos de platos, lavavajillas, lavarropas y cuanto utensillo se mueva en la cocina. No hay divisiones ni se crean posibilidades para armar espacios íntimos. El único refugio es un dormitorio de 3x3 donde apenas se puede circular. Pero ese no es lugar para sentarse a escuchar música solo o acompañado.

Para colmo, te quieren vender estos cubículos como viviendas de "alta gama". Es decir, te cobran un huevo por algo que es una reverenda cagada incómoda. Un rancho con más marketing que comodidades.

Arquitectos, constructores e inversores que se dedican a ese tipo de construcciones deberían terminar clavándose con ellas y verse obligados a cederlas gratis a los okupas y mendigos que andan cagándose de frío por ahí.

miércoles, 14 de julio de 2010

¿Seré Gata Flora?




Paso diez meses al año maldiciendo y puteando el calor y la humedad rosarinos. Maldigo al sol, al pavimento, al viento norte, a mi vieja y a medio planeta pidiendo por favor que llegue el frío.
Bien, hace tres días que no hay humedad y hace un frío de cagarse. ¡Y ya no lo soporto!
Maldigo el tener que ponerme cuatro camisetas, saco polar, campera polar, gorrito polar, tres pares de medias y botas de astronauta para ir hasta la esquina a comprar espinaca.
¡Que estalle el verano de una vez por favor!
¡Ya quiero ver la placa de Crónica anunciando la calor...!