miércoles, 17 de marzo de 2010

Tres días al pedo


Hubo un día en que me recalenté con Feinmann cuando afirmó que "Cualquier Pelotudo Tiene un Blog". En aquel momento hice catarsis con un texto de mierda que habrán leído tres o cuatro personas y que quedará en el olvido universal sin la menor trascendencia.

Debido a un reposo forzado por un examen médico dediqué mis últimas horas a recorrer Blogs conocidos y desconocidos. Comprobé entonces que Feinmann pronunció su sentencia al revés. No es que "cualquier pelotudo tiene un blog" sino que el contenido de la mayoría de los blogs constituyen una tremenda pelotudez.

No es un gran descubrimiento el mío. Es de esperar (estadísticamente hablando) que si cientos de millones de personas se ponen a escribir lo primero que se les pasa por la cabeza el resultado sea una inmensa colección de pavadas condenadas al olvido o a no ser leídas nunca por nadie (salvo por su propio autor).

Es decir: No somos pelotudos que escriben sino que escribimos pelotudeces.

No puede ser, pensé. Tiene que haber algo bueno en medio de tanta pelotudez. Aplicando nuevamente el criterio estadístico me dije: existe una pequeña probabilidad de que, si me pongo a navegar tres horas seguidas, encuentre algún texto o idea que me atrape o entusiasme.

Entonces puse manos a la obra. Hice mil quinientos clicks en enlaces recomendados. Busqué al azar. Busqué por temas. Busqué y recontrabusqué. Quedé bizco leyendo textos negros sobre fondos rojos, amarillos sobre blancos, verdes sobre azules. Vi cientos de fotos de gatos, perros y bebés. Leí poemas, cartas de amor, cartas de odio. Encontré salames sublimes que creían haber descubierto una nueva posición para el coito y pedantes con pretenciones intelectuales que citaban a Barthes o Kierkegaard. Me crucé con nazis, comunistas, príncipes, drogones, políticos, putos, monjas y hasta con un hincha de Villa Dálmine.

Después de tres horas tenía el culo dormido y las manos moradas. Pero no tuve suerte. Todo me pareció una cagada. No encontré nada que valiera la pena.

Mierda, dije. Tanta letra y tanta intención para nada. ¿Por qué no nos matamos todos de una vez y listo? La vez que tenemos una herramienta de alcance universal para comunicarnos la usamos para expresar pelotudeces infinitas, copiar y pegar noticias de medios decadentes vendidos al mejor postor o expresar ideas mínimas con faltas de ortografía gigantes.

Me levanté de la silla. Caminé unos minutos para que se me desacalambrara el culo mientras pensaba que era al pedo seguir boludeando entre tantos blogs. Nada interesante iba a encontrar. Era como buscar vida en el resto de la Vía Láctea.

Pero, por otro lado, me dije: La vida misma es una boludez intrascendente hasta que el azar te cruza con el azar de otro y, a partir de ahí, todo se vuelve interesante. Al menos por un rato. Por lo tanto, seguiré blogeando y boludeando. Tengo para tres días de reposo según autorizó la médica de la ART. Nunca tuve tantos días seguidos al pedo.

Ya mismo me siento frente a la compu y paso a buscar "The Next Big Thing" en algún blog que me revele algo, que me diga por qué carajos el mundo es como es, que me explique por qué hay injusticias y maltratos si Dios es bueno, que me dé respuestas a preguntas simples y complicadas y, por sobre todas las cosas, que me explique por qué Mónica Belucci no sabe de mi existencia.

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Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Tú estabas donde
no tenías que estar;
y yo pasé,
pasé sin querer pasar.
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Dentro de tres días les cuento.

PD: Escuchen a Harry Manx. Es un capo.

5 comentarios:

MM dijo...

Estimado le recuerdo que seremos pelotudos pero somos muchos! Algo es algo.

Abrazo!

Eb dijo...

Don Manhattan, permiso. Buenas Noches. ¿con pornografia no probó? Y con todo respeto, ¿lo de su culo dormido era por algo previo a su actividad intelecutal o el resultado de ésta?. QUe se yo. A mi pasaba lo mismo hasta que descubri orgasmatrix ¿vio?. Pero le soy sincero, dolor de culo, mmm... muy pocas veces...
Un abrazo!

Perra Latosa dijo...

Buenas noches, con su permiso...

Me ha gustado su nota. Le cuento que alguna vez he hecho el mismo recorrido con idéntico resultado pero no síntomas digamos. Los blogs serían algo así como una especie masturbación dialéctica. Por lo general, uno habla para sí y de sí. Por ahí a alguno le interesa y se prende y deja de ser tal para pasar a ser una actividad compartida. =D

En mi caso no escribo pelotudeces, soy pelotuda confesa.

Saludos!

Unknown dijo...

te dejo este link a ver qué te parece, habla de lo mismo pero desde otra perspectiva, así y todo su salvajismo diálectico me gusta mucho y su blog es una visita obligada para mí, slds!!

http://elsicofante.blogspot.com/2009/07/blogs-la-hoguera-de-las-ciber-vanidades.html

Anónimo dijo...

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