domingo, 6 de diciembre de 2009

La Nutria


Leyendo el Blog de Laura me vino este recuerdo:

Era yo un pendejo en edad previa a la paja continua cuando trataba de llenar el álbum de figuritas top de ese momento (creo que se llamaba King Kong... no recuerdo bien).

Había varias figuritas difíciles. Una era la Bandera de Mali, la otra era La Fragata Sarmiento y de la tercera no me acuerdo (creo que era la bandera de Afganistán). Pero esa puta colección era casi infinita y también tenía varias figuritas semidifíciles. Por ejemplo: La Nutria.

Debido a una circunstancia fortuita, durante un sábado a la tarde, contaba yo con cinco pesos en mi haber. Cinco pesos eran suficientes como para comprar una caja entera de figuritas. ¡No tres putos sobres de figuritas! ¡Una caja entera mierda! ¿Se dan cuenta o necesitan un Power Point para entender mejor?

Así fue que me compré una caja entera de figuritas ante la mirada envidiosa de mis amigos y enemigos de la infancia. Fui abriendo con placer baboseante cada uno de los sobres de figuritas de la puta caja y sólo conseguí la Fragata Sarmiento y la Bandera de Mali. La tercera difícil no apareció. ¡Me cago en la recontra puta madre del que armó la caja de figuritas!

Igualmente, para compensar algo de felicidad, pude hacerme de varias de las figuritas semidifíciles que me faltaban para completar el álbum. Entre ellas, La Nutria.

En aquella época existían códigos que marcaban que si uno poseía varias figuritas repetidas debía lanzarlas al aire y que cada uno de los presentes agarrara las que pudiera lanzándose sobre el montón, cagándose a piñas, patadas, arañazos o lo que fuera.

Fue así que me quedé con un montón de figuritas semidifíciles en una mano y otro montón de figuritas repetidas en la otra mano. Me paré frente al grupo de envidiosos y anuncié el lanzamiento de las repetidas.

- ¡Arrebatiña! - grité como un tarado lanzando más de cincuenta figuritas por el aire.

En menos de un segundo, cual cardumen de pirañas hambrientas, mis amigos y enemigos se apoderaron de las figuritas que lancé para guardarlas en sus bolsillos.

Satisfecho y ancho miré mis manos. Una estaba vacía y la otra apretaba la pila de figuritas que no había lanzado. Al mirar la primera figurita de la pila que mi mano sostenía me dí cuenta de que, al lanzarlas al aire, me había equivocado de mano.

¡Sí! El Gran Boludo que soy yo había regalado las semidifíciles que me faltaban para el álbum y se había quedado con las repetidas en la mano equivocada.

¿Pueden creerlo? ¿Alguna vez vieron un boludo igual a mí?

Menos mal que a la Fragata Sarmiento y la Bandera de Mali las había guardado en el bolsillo antes de hacer semejante boludez. Si no, me suicidaba cortándome las venas con una Gillette Dorada. Pero regalé La Nutria y otras cuarenta figuritas que casi nadie tenía.

A partir de ese momento, desde esa puta tarde de sábado, me sentí infinitamente pelotudo hasta el día de hoy.

Ahora que me doy cuenta, nunca le conté ésto a mi psicóloga. (Por lo que le va a importar... flaca de mierda... de lo único que se acuerda es de cobrarme y de interrumpirme en el minuto cincuenta)

No me contradigan. Soy un boludo a pedal desde la época de las figuritas. No tengo solución.

Chau... gracias por haber llamado.

4 comentarios:

La Dueña dijo...

Y si, es un boludo...no hay caso.

Saludos

choripanboy dijo...

¿Se dan cuenta o necesitan un Power Point para entender mejor?

Boludo,pero amable...

Laura dijo...

que bueno!!!

Y que lindo haber sido disparadora de tu escrito!

Gracias

Unknown dijo...

jajaja!!! No puedo parar de reírme! es que estaba en you tube viendo partes del concierto de spinetta en vélez (al cual no pude ir porque me operaron de hernia hace poco) y me quería cortar las bolas!!! Después pasé por 100 volando y así llegué acá. Es gracioso lo de las figuritas, marche una sugerencia para oblogo!!!